11 consejos para potenciar la creatividad de tu equipo

Me gustaría darte una introducción más larga pero sé que no te sobra el tiempo, así que solo diré: haceme caso, de boludo nada más tengo la cara.

1. No lideres con miedo

Todo miembro de tu equipo tiene que poder decirte que tu idea es una mierda, desde el becario que entró ayer hasta el gerente que hace 10 años que está con vos. Una idea es buena independientemente de quien venga, porque sea tuya o de alguien con cierto rango en la empresa no la hace mejor, solo la vuelve más difícil de rechazar. Quitemos eso del medio.

2. Todos somos estúpidos

Cualquier idea, por más absurda que sea, es aceptada en la mesa. No hay trabas para expresar lo que se está pensando. Sin miedo al ridículo: cantá el jingle que se te vino a la mente, bailá y actuá, hacé caras, lo que sea para darte a entender y que tu equipo pierda también el miedo a hacer estupideces con tal de comunicar mejor. Cada pequeño detalle construye hacia esa gran idea final.

3. La creatividad no tiene horario

El horario de 9 a 6 es para tener el culo pegado a tu silla en la oficina, no para prender y apagar el cerebro. El problema tiene que estar siempre en la cabeza del equipo, así cualquier estímulo colabora con su solución. Una serie, un libro, bañarse, jugar, coger, pelearse, juntar la caca del perro, cocinar, llorar, romper algo, construir algo, cualquier cosa puede prender esa chispa creativa.

4. Compartamos fuentes de inspiración

Como norma general todos deben querer compartir lo que los inspira con los otros. Esto va desde hablar sobre sus series, libros y películas favoritas, hasta enviarse videos, artículos y casos de éxito por WhatsApp. Si a vos te afectó de alguna manera ese contenido, quizás lo haga también con tus compañeros y equipo, no perdamos oportunidad para hacer llorar a otra persona.

5. No se interrumpan la zona (por favor)

Cuando una persona está en la zona creativa, llámese así a esos momentos de extrema concentración donde la productividad aumenta, los ojos se dilatan y las ganas de ir al baño se ponen en pausa, hay que dejarlo estar. Nada de tocarle el hombro para preguntarle algo, llamarlo o bailarle al ritmo de Toxic de Britney Spears (trabajé en equipos bien raros). Que se vuelva norma permitir largos ratos sin interrupciones, las llamadas solo si se acordaron previamente, los mensajes para temas urgentes y los mails para todo lo que puede esperar. Creemos una cultura de concentración, enfoque y productividad.

6. El camino más largo para una solución real es la mentira

No bullshit. Sin buscar complacer a nadie. Todos de frente. Generemos tanta confianza entre los miembros del equipo para que puedan reírse de ideas ajenas y no tomarse personal cuando les digan que las suyas son una mierda, y nunca usemos datos falsos o experiencias inventadas para justificar nuestra propuesta, quizás se gane la discusión pero no el León.

7. Todos juegan

El creativo no es el que sabe diseñar ni tomar fotos, no, creativo es también el contador que se arma un Excel precioso con fórmulas que le facilitan la vida. Creativo es el programador que resolvió la sobrecarga en la memoria del servidor. Creativo es Maradona poniendo la mano para hacerle un gol a Inglaterra. El juego de la creatividad es uno en el cual todos participan, mientras más ecléctico el equipo, mejor, sumemos todas las voces y la solución será mucho más rica.

8. No hay límites

¿Aceptar una solución porque ya estamos cansados? Jamás. Alguien puede traer su idea a la mesa mil veces, y esas tantas se la puede rechazar. Nunca dejar de discutir y argumentar, si alguien ya está saturado que se salga de la conversación o la retomamos más tarde. La idea que gana por cansancio es una idea de mierda, no lo permitamos.

9. Duerman la idea

Odio dormir, desde siempre pensé que era una pérdida de tiempo indispensable, pero hace años le encontré un uso muy práctico: procesar ideas. ¿Se puede resolver un problema creativo en seis horas, todos metidos en una sala de juntas que apesta a sushi y café? Claro, pero no es lo mejor. Que todos los involucrados se vayan con la idea en la cabeza e intenten estar pensando en eso antes de dormir, el cerebro acomoda las cosas durante esas horas de sueño de manera muy interesante, logra que el problema haga raíces y no sea solo algo externo, sino ya parte de uno, lo cual nos permite mirarlo por medio de otro cristal. Paulo Coelho está orgulloso de mí.

10. Dar el gusto a veces da la solución

Si bien lo esperado es llegar a una gran idea que ya tiene medio Effie ganado, muchas veces no es el caso. Hay dos o tres buenas que quedaron como finalistas y con el afán de optimizar recursos se elige una. Error. Cuando se pueda tengamos al menos otra más pero que esté a cargo de la persona que la propuso o la defiende. No deja de existir esa idea principal a la cual todos se van a subir, pero darle el gusto al diseñador (por lo general son los ellos los que se casan con su idea) y que también pueda desarrollar la suya no solo va a estimular su creatividad en general, sino que además puede terminar siendo mejor que la elegida, principalmente porque lo va a tomar como un desafío personal.

11. Entendamos los procesos de todos

Cada quien tiene su forma de resolver problemas creativos. Yo solía forzarme a no dormir por mucho tiempo y con mi cerebro cansado aparecía la solución, algunas personas trabajan mejor de noche, otras a la mañana, pocos duermen siesta, hay quienes escuchan la banda sonora de Star Wars un millón de veces, otros que prefieren estar al aire libre con el sol reflejando en su pantalla y no nos olvidemos de esos que necesitan sentir el pánico de que se entrega mañana para que se les despierte el cerebro. No hay una fórmula igual para todos, respetemos si alguien necesita echarse una pestaña en el coche o en su lugar, mirar fútbol o una serie, tomar 10 tazas de café o caminar en círculos por la oficina. El objetivo es fomentar la creatividad, todo lo demás no importa.