Segunda reunión de BOS Multimedios

A las 12:30 llegamos al restaurante, picada de entrada, una tira de asado con chinculines de cabra como principal, trufa de postre, vino tinto y gaseosa para pasarlo. Unas tres llamadas al diseñador de RagRun fallidas, unas tantas al programador exitosas y otra de sorpresa a uno de los más capos en hardware de Argentina. Contratado para TechTear, un gol de media cancha.

Camino a Plaza Serrano para encontrarnos con Augusto (aka Barrin), el creador de Imperium AO, trato cerrado después (¿o antes?) de tres speed con vodka que incrementarían mi intoxicación en sangre. Un buen trato, atentos players del MMORPG que van a tener novedades interesantes. También concretados los premios del primer torneo. Un penal picado.

Al rato nos comunicamos con el webmaster de un portal gigante, blogs, fotologs, noticias… está a full de services. Negocio casi cerrado, faltan algunos detalles. Gol con la mano en el último minuto.

A comer sushi, seleccionar dibujos de Rags y morir completamente saturado de alcohol y pescado crudo. Media hora más tarde, con Pablo (aka Bocha), nos encontraríamos pagando $25 para dormir de una buena ves por todas.

A la 1:00 AM mientras el sueño le ganaba la pulseada a mis ojos en la cama de arriba de una cucheta en el último piso de un hostel en Palermo, mientras Zen y Phoebe hablaban sobre su vuelta al mundo y una sueca preguntaba por más café, mi primo desde barrio Belgrano me llamaba para decirme que no salía y que una amiga de él había leido en la revista Noticias algo sobre Alta Pendeja.

Me dormí, a la hora sonaría nuevamente mi teléfono para invitarme a tomar algo en un bar cerca de la cancha de River, un post Roger Waters. Rechazado.

Me desperté a las 8 en punto con las voces de dos yankees a modo de despertador, baño, Internet, «¿Dude, dónde están mis gafas?», chau panameño y a la calle. Caminamos, compramos la revista Noticias y… «¿Qué? Es .com.ar, no .com malditos… ah no, pará, en este listado dice .com.ar, bueh». Prometo enviarle un e-mail. Pueden leer la nota acá.

De ahí esperamos a Juan Pablo, nos fuimos a festejar su cumpleaños con un champagne de medidas TC2000, pasamos toda la tarde en la quinta comiendo y tomando, de vuelta a Retiro y en un flash llegué a Rosario. Otro buen uso de esa ciudad insoportable llamada Capital Federal.

Este miércoles o el otro, entrevista en Clarín informática.