Cómo dirigir un grupo de trabajo

¿Para qué quiero leer esto? Para aumentar la productividad y aprender a relacionarte con tu equipo de trabajo.

A medida que vamos creciendo como emprendedores nos vamos transformando de a poco en empresarios, contraemos más responsabilidades, agendamos muchos contactos, conocemos gran cantidad de personas, tratamos con clientes, contratamos personal fijo o temporal, negociamos precios y armamos un equipo de trabajo (entre muchas otras cosas).

Una de las grandes cosas que aprendí en el poco tiempo que llevo navegando por los negocios de la red y realizando proyectos es que se deben tener dos puntos siempre presentes a la hora de armar un equipo: saber rodearte de grandes personas y saber dirigirlas.

Ambos son complejos, el primero se gana con el tiempo y el buen ojo. No es fácil distinguir a los mediocres de los buenos trabajadores. Y cuando hablo de buenos trabajadores me refiero a gente que sepa realizar bien su tarea, que sean coherentes y tengan sentido común, que amen lo que hacen y puedan trabajar de forma independiente, sin necesidad de tener a alguien siempre atrás indicándole el camino correcto.

Personalmente considero haberme rodeado de grandes profesionales, desde mis socios hasta el RRPP de Alta Pendeja, y sigo haciéndolo día a día, buscando personas con las cuales desarrollar proyectos en conjunto o contratar para BOS Multimedios.

Pero si es dificil rodearte de las personas correctas lo es aún más saber dirigirlas y comunicarte (en el caso de los socios) correctamente. Voy a intentar pasarles mis experiencias en este rubro centrándome en los empleados o bien personas que estén a tus órdenes, me considero todo un político en el tema.

Ser uno más del grupo

Una de las características principales es hablar como si fueras uno más del grupo, no dar órdenes directas e irrefutables, todos tus empleados saben que vos sos el jefe, no es necesario recordárselo día a día con aires de superioridad y mandatos con tintes militarescos. Ese es un recurso de los seres inferiores que necesitan demostrar su poder para sentir que son alguien. Por favor, no caigas en eso.

De esta forma la relación con tus empleados va a ser distendida, ellos van a respetarte tanto por tu posición como por tu humildad, le vas a dar confianza para hablar con vos y plantearse sus problemas, dudas y sugerencias. Las ventajas son muchísimas, vas a ver como tus proyectos no solo avanzan por tus capacidades y el trabajo por el cual pagaste sino también porque ellos están aportando ideas, haciendo con ganas, jugándose por el proyecto y, básicamente, comprometiéndose tanto como vos.

Explicar los motivos de las decisiones

Es mucho más productivo, y educado, explicar los motivos de una determinada decisión. Puedo asegurar que una persona trabaja mil veces mejor si se le explica por que está haciendo lo que está haciendo y no solo se le ordena porque si. Además, y siguiendo el punto anterior, esto permite abrir debate sobre el tema, ya que si esa persona lo va a llevar a cabo debe tener ciertos conocimientos en el rubro y siempre es bueno escucharlo.

Decir «Para mañana cambiame la paleta de colores del sitio a una escala de azules y reemplazá los links de texto por iconitos al mejor estilo web 2.0» va a hacer que tu orden se cumpla, pero si lo cambiás por «Che, mirá, estaba pensando que sería bueno un cambio de imagen para el sitio, darle más un estilo web 2.0. Se me ocurrió cambiar la paleta a una escala de azules y reemplazar los links de texto por iconitos, asi es más intuitivo y lindo a la vista ¿Qué te parece?» no solo vas a lograr que trabaje sin odiarte, sino también es muy probable que te aconseje gracias a su experiencia en el tema y entre ambos logren un resultado mucho mejor.

Si la decisión no tiene margen para debate entonces explicar el motivo de la misma, demostrarle a tu empleado que te importa como persona, te interesa que comprenda tus razones y que intente aceptarlas. Sos el jefe, se va a hacer como vos digas, pero mejor es que se haga como vos quieras con consenso o aceptación de tu equipo.

Delegar responsabilidades

El que mucho abarca poco aprieta y además te va a volver loco. Vas a perder en productividad y calidad si intentás hacerte con todas las decisiones del proyecto o de tu empresa. Tarde o temprano vas a tener que delegar responsabilidades y tenés que estar preparado para ese momento.

No es fácil, para nada, que otra persona tome decisiones por vos te da una inseguridad espelusnante… a menos que tengas a alguien que sepa hacerlo y sea de confianza. De eso ya hablamos en el primer punto, es muy necesario rodearte de la gente correcta. Pero sea como sea tenés que tener en claro que ese momento va a llegar, no existe ninguna empresa de un solo hombre, lo único que vas a lograr pretendiendo ser el primero en alcanzar dicha utopía es perder tiempo y dinero.

Con estos simples puntos va a ser mucho más sencillo manejar tu grupo de trabajo, asi sean colegas o empleados, de jerarquías diferentes o todos en el mismo nivel del escalafón, detrás de una empresa o proyecto del colegio.

Siempre ponete en su lugar, tu empleado también es una persona. Rodeate de gente excepcional y animate a delegar responsabilidades